9/08/2009

Muchachos y guitarras

Hace algunos años leí este poema que perdí en mi errancia. Años más tarde lo encuentro en la web, luego de buscarlo en varias ocasiones (punto a favor de Google Books, en medio del debate...). Es un poema de Pablo Armando Fernández, que me recuerda mis caminatas nocturnas detrás de la brisa neivana. Hoy pienso en quienes caminaron conmigo y también en quienes van para adelante en medio de la tormenta. Pienso en Los Convergentes de Hiperbarrio que acaban de recibir premio como mejor Comunidad Digital.


Y por supuesto, pienso en ese muchacho que es Alvaro Ramírez, y me alegro de pensarlo con éste poema:

Muchachos y Guitarras

ESOS muchachos que andan por la calle
con sus guitarras,
Esos muchachos insolentes
que entran en cada casa
como animales locos
golpeando a diestra y siniestra
con sus voces
el mundo.
Parecen ángeles salvajes,
naipes que auguran el nuevo amor, la vida.
Esos muchachos pintarrajeados,
soles de agosto, hondas
de David contra el pecho decrépito del mundo.
Violentos, dolorosos, insolentes,
como el golpe que pegan en las caras
de los burócratas, de los desamorados.
Esos muchachos cambian el destino
del aire hueco y la ciudad que encona. 
 

6/06/2009

Escúchalos

ESCUCHALOS, ORAN Y LLORAN

Luis Alfonso Argüello Guzmán

In memorian Eddy

En las horas de sueño nocturno, tu recuerdo es presencia lacerante.

Es más fuerte la imagen al caer la noche, con la brisa

Se oye correr el agua de la acequia tranquila, con gatos en las tejas

Es poderoso en la conciencia el cortejo de recuerdos

Bajo las ramas del ceibo sobre el zinc, con la brisa

El silencio tembloroso ondula a la par del ceibo

Tu espíritu inició un viaje con la brisa entre los guaduales

Y aunque dolidos, nos consuela tu rumbo

¡Tan solo se queda un difunto!

Pero ¿Dónde?

¿En que tierra lejana se halla tu cuerpo?

¿Qué espíritu chocante desmoronó tu sonrisa iluminada?

¿Quién te dará de beber?

¿Quién te peinará?

Sí, ¿quién?

Penosa en la madrugada es la brisa en el zinc,

El llanto de papá y mamá, sin alboroto en la almohada

La respiración cortada con una hoz

La oración como mordida de la vigilia a las palabras

Escúchalos, oran y lloran.

Con la madrugada vuelve el cortejo de sollozos

En la habitación de al lado lágrimas encharcan la oscuridad,

Como testigo la almohada de los nervios en el alma

Llanto como ayuno para el dolor,

Llanto silencioso como prueba de fe

Llanto de padres dolidos.

Escúchalos, oran y lloran.

Con la madrugada vuelve el cortejo de sollozos

Lloran por una hija cariñosa que ha muerto

Oran por una madre impecable muerta un domingo de resurrección

Lloran por una señora inmaculada, manchada de muerte

Oran por una esposa muerta sin un adiós hablado…

Un domingo de abril bajaste de la cruz, el día que resucitó Cristo

Un domingo de resurrección duro para el alma de papá y mamá.

Un domingo de abril agrio para estrechar el cariño en familia.

Escúchalos, oran y lloran.

Oran y lloran por tu sonrisa iluminada

Oran y lloran por tus ojos de infinito verde azulado

Oran y lloran por el rostro de ángel derrotado en la enfermedad.

Escúchalos, oran y lloran.

Con la madrugada vuelve el cortejo de sollozos.

Con el amanecer de oraciones.


Neiva, 12 de Mayo de 2009

5/25/2009

En clave Jázara

Hermosa, hace unos dias lei de una secta antigua de cazadores de sueños. lo lei en un libro de un autor polaco. el libro, el diccionario jazaro, el autor, milorad pavic. en la historia, el último rey jázaro tiene un sueño y busca quién se lo descifre, la novela discurre por miles de avatares ingeniosos, pero lo que me importa es lo referente a los cazadores de sueños, quienes reaparecen en otra novela del mismo autor.

Ellos tienen la posibilidad de entrar en tu sueño y atraparlo, visitarte de distintas maneras, convertir tu sueño en el sueño propio e intercambiarlo. sabiendo esto, he buscado por muchos paises a quienes guardan la tradición y el secreto de este antiguo y olvidado oficio. y en esta búsqueda incesante, di hace mas o menos mes y 20 dias, con una hermosa princesa que al parecer es heredera de la extinguida tradición. el caso es que la princesa se me apareció una noche de abril con el rostro semicubierto, pero en sus ojos se veía el fulgor de algo misterioso y secreto. tardé varios días en descifrar el enigma de su mirada, hasta que descubrí que el brillo de sus ojos respondía al latido de su corazón y que ese latido se acompazaba rápidamente con el mío. al principio tuve dudas de la autenticidad del mensaje de su mirada embriagadora y temí un hechizo olvidado, de remotas tradiciones, entonces, puse a prueba mi coraje y me lancé valientemente en sus brazos, con el riesgo de pasar un mal rato. pero como verás, y aunque mi historia es confusa y se pierde en detalles irrelevantes, lo que sucedió me tiene hoy escribiendo este correo que me fue sugerido en un sueño, seguramente soñado por la susodicha princesa.

Pero el motivo real de mi mensaje era decirte que ahora yo sueño los sueños de ella y ella los míos y que al parecer estamos soñando el mismo hechizo y que el alimento del sueño es el amor que confundí un día con simple brillo en la mirada, y que ambos al parecer somos de la misma secta soñadora y que pronto seremos un solo sueño hecho realidad. el sueño del amor.

3/09/2009

Brindis

Por la sonrisa de mis hijos, por supuesto. Por las nebulosas en que vive mi madre. Por los mejores perros que acompañaron de cacería a mi padre. Por mi padre y sus recuerdos de cazador. Por el amor que alguna vez me tuvo Yolima. Por el amor que construimos y que se llevó una tarde el hastío. Por el hastío.

Por un atardecer de primavera en el malecón del Mar del Plata. Por la compañía de Beatriz y los suyos por los caminos de Alfonsina Storni. Por Alfonsina Storni y sus caracolas marinas.

Por Rachel y Cachita y su agua tibia en la Habana. Por ese malecón sitiado por las olas. Por los estudiantes en bicicleta en La Plata. Por los viejos anarquistas refugiados en La Pampa. Por una casa de campo cerca a la Laguna de Pedro Palo y a las nubes de Cundinamarca. Por las aguas insondables de sus montañas.

Por Diego y su Roberto Bolaños y su lobato. Por los años que ya viví y ellos no.

Por la complicidad innombrable. Por las calles que recorrimos. Por un amanecer en Bogotá. Por todos los amaneceres en Bogotá. Por una noche sin madrugada. Por la noche que no termina.

Por el exilio, ese dinosaurio que devora a los mejores amigos. Por Mónica que derrotó la muerte. Por María Pi, que también da la pelea. Por Jacky Brown, ese personaje de Triller que se convirtió en mi ángel de la guarda. Por mis cómplices, que brindan esta medianoche conmigo. Por la escandalosa risa de jairo. Por la risa.

Por este vino rojo que me asoma a la noche. Por la incertidumbre de los años.

Por la incertidumbre.

Por los años.

1/14/2009

Israel invade Gaza

A Palestinain Child Crying His Mother While Dying








Imágenes tomadas de Aquí, ante oportuno posteo de Mazo.

Israel: un estado asesino y destructor

Este es el título de un artículo que ha causado polémica en el famoso blog español (alt1040), especializado en tecnología. Visítenlo y participen en el debate. Israel no va por Hamás, va por el territorio palestino, dice el autor.

A las puertas del infierno (Robert Fisk)

Aquí va un ejemplo de periodismo serio, para entender la matanza en La Franja de Gaza. (Tomado de aquí)

A las puertas del infierno, otra vez
Por Robert Fisk *

Líderes occidentales avalan la idea de que Israel se cuida mucho de evitar víctimas cuando emprende una ofensiva militar. En doce días de operación, la cifra de muertos asciende a 760. Después Occidente se pregunta “¿por qué nos odian?”.

Una vez más, Israel abrió las puertas del infierno para los palestinos. Cuarenta refugiados civiles muertos en una escuela de Naciones Unidas, otros tres en otro plantel de este tipo. No está mal para una noche más de trabajo en Gaza a cargo del ejército israelí, que cree en la “pureza de las armas”. ¿Debería sorprendernos?

Ya se nos olvidaron los 17.500 muertos –casi todos civiles, la mayoría mujeres y niños– durante la invasión de Israel a Líbano, en 1982; los 1700 palestinos muertos durante la matanza de Sabra y Chatila; la masacre de Qanaen en que murieron 106 civiles libaneses refugiados, más de la mitad de ellos niños, en una base de la ONU; la matanza de los refugiados de Marwahin, a quienes Israel ordenó salir de sus casas en 2006 para luego ser asesinados por helicópteros israelíes; los mil muertos en el mismo bombardeo del mismo año y en la invasión a Líbano, y lo mismo, casi todos civiles.

Lo que es sorprendente de los líderes occidentales, tanto presidentes como primeros ministros y, me temo, directores de medios y periodistas, es que se han tragado la vieja mentira de que Israel se cuida mucho de evitar víctimas civiles. “Israel hace todo el esfuerzo posible para evitar afectar a civiles”, aseguró de nuevo otro embajador israelí horas antes de la matanza en Gaza.

Y cada presidente y primer ministro que ha repetido esta mendacidad como excusa para no exigir un cese del fuego tiene en las manos la sangre de la carnicería de anoche. Si George W. Bush hubiera tenido el valor de exigir un cese del fuego hace 48 horas, todos esos ancianos, mujeres y niños, esos 40 civiles, estarían vivos.

Lo que ocurrió no sólo es una vergüenza: fue una desgracia. ¿Sería exagerado llamarlo crimen de guerra? Porque así es como llamaríamos a esta atrocidad si Hamas la hubiera cometido. Por lo tanto, me temo, estamos ante un crimen de guerra.

Después de cubrir tantos asesinatos masivos a manos de ejércitos de Medio Oriente –por soldados sirios, iraquíes, iraníes e israelíes–, supongo que debería yo reaccionar con cinismo. Pero Israel proclama que está combatiendo en la guerra “internacional contra el terror”. Los israelíes aseguran luchar en Gaza por nosotros, por nuestros ideales occidentales, por nuestra seguridad y para salvarnos, de acuerdo con nuestras normas. Y así somos cómplices de las salvajadas que se cometen en Gaza.

Ya he reportado las excusas que en el pasado ha dado el ejército israelí por estos atropellos. Como está claro que serán recalentadas en las próximas horas, aquí les obsequio algunas: los palestinos mataron a sus propios refugiados, los palestinos desenterraron cuerpos de los cementerios y los plantaron en las ruinas. Y al final de cuentas, los palestinos tienen la culpa por haber apoyado a una facción armada, y además porque los palestinos armados deliberadamente utilizan a refugiados inocentes como escudos humanos.

Cuando la derechista Falange libanesa, aliada de Israel, perpetró la matanza de Sabra y Chatila, los soldados israelíes se quedaron ahí, observándolos durante 48 horas, sin hacer nada, y esto fue revelado por una investigación a cargo de una comisión israelí.

Posteriormente, cuando Israel fue acusado de esa matanza, el gobierno de Menachem Begin acusó al mundo de calumniar con sangre a su país. Después de que la artillería israelí disparó bombas contra una base de la ONU en Qana, en 1996, los israelíes afirmaron que hombres armados de Hezbolá también se refugiaban en dicha base. Era mentira. Los más de mil muertos en 2006 en una guerra que comenzó cuando Hezbolá capturó a dos soldados israelíes en la frontera simplemente se achacaron a Hezbolá.

Israel aseguró que los cuerpos de niños asesinados en la segunda matanza de Qana fueron tomados de un cementerio. Esa fue otra mentira.

Nunca hubo excusas para la masacre en Marwahin. Se ordenó a los pobladores de la aldea que huyeran y ellos obedecieron sólo para ser atacados por barcos artillados israelíes. Los refugiados tomaron a sus niños y los colocaron en torno de los camiones en que viajaban, para que los pilotos israelíes pudieran ver que eran inocentes. Fue entonces cuando los helicópteros israelíes les dispararon a corta distancia. Sobrevivieron sólo dos personas, haciéndose pasar por muertos. Israel ni siquiera ofreció disculpas por este episodio.

Doce años antes, otro helicóptero israelí atacó una ambulancia que llevaba civiles de una aldea a otra –de nuevo obedeciendo órdenes de Israel– y mató a tres niños y dos mujeres. Los israelíes aseguraron que había un combatiente de Hezbolá en la ambulancia. Era mentira. Yo cubrí todas estas atrocidades, investigué, hablé con sobrevivientes. Lo mismo hicieron varios colegas. Nuestro destino, desde luego, fue enfrentar la más vil de las calumnias: se nos acusó de antisemitas.

Y escribo lo siguiente sin la menor duda: escucharemos de nuevo estas escandalosas fabricaciones. Nos repetirán la mentira de que Hamas tiene la culpa. Dios sabe que éste es culpable de suficientes cosas sin tener que añadir este crimen. Probablemente nos salgan también con la mentira de “los cuerpos sacados del cementerio”, y seguramente también escucharemos de nuevo la mentira de que “Hamas estaba dentro de la escuela de la ONU”. Y definitivamente, nos dirán de nuevo la mentira del antisemitismo. Y nuestros líderes soplarán y resoplarán y le recordarán al mundo que fue Hamas el que rompió el cese del fuego.

Sólo que no fue así. Israel lo rompió primero, el 4 de noviembre, cuando dio muerte a seis palestinos durante un bombardeo a Gaza, y de nuevo el 17 de noviembre, al matar con otro bombardeo a cuatro palestinos más.

Sí, los israelíes merecen seguridad. Veinte israelíes muertos en los alrededores de Gaza en 10 años es, desde luego, una cifra horrible. Pero 760 palestinos muertos en diez días y miles de muertos desde 1948, a partir de cuando la matanza israelí de Deir Yassin impulsó el éxodo palestino de esa parte de Palestina que se convertiría en Israel, es una escala totalmente distinta.

Esto recuerda, no lo que sería el normal derramamiento de sangre en Medio Oriente, sino una atrocidad del nivel de la guerra de los Balcanes en los años ’90.

Desde luego, cuando un árabe se levante y con furia sin freno arroje hacia Occidente su ira incendiaria y ciega, diremos que eso nada tiene que ver con nosotros. “¿Pero por qué nos odian?”, nos preguntaremos. No vayamos a decir que no sabemos la respuesta.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

11/21/2008

Walking around

Walking Around

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

Pablo Neruda

10/27/2008

¿Te gustaría leer conmigo?

Leí Hermano Cerdo y llegué al Libro de Voyeur. Grata visita. He pensado entonces en mis relaciones problemáticas con la literatura y los libros. He pensado que los libros no deberían mentarse en masculino (los) sino que deberían tener denominación femenina siempre.

Para mí la lectura es bucear en mundos que se abren, es sumergirme en la seducción de olores texturas ritmos aromas voces susurros. La literatura es un universo de gestos sentidos pálpitos alaridos susurros quejidos ascensos y descensos con nombre de mujer.

La página que se abre, la solapa que se acaricia, la tinta que se derrama en la hoja que tiembla, la piel de la contraportada, la huella de la mano temblorosa del lector en la hoja en blanco. En qué otra cosa piensa uno cuando una tierna voz le pregunta: ¿Te gustaría leer conmigo?
Y cuando me preguntan eso, se me vuelve imposible asumir ciertas lecturas como un deber académico. Más bien son una incitación, una deliciosa provocación que procuro pasar por alto, y entonces me hago el pendejo para que ella, con un libro en las piernas y en un susurro me repita:

¿Bebé, quieres leer conmigo?
Entonces voy a mi biblioteca, preparo mis mejores argumentos literarios, mis mejores párrafos, mis estrambóticos poemas, y casi siempre soy recibido de la mejor manera, con la pregunta más maravillosa de todas:

¿Trajiste un libro?
Porque sin libro no hay viaje, no hay inspiración, se acaban los piratas, Romeo y Julieta se vuelven un chiste cinematográfico, desaparecen Simbad el Marino y los deliciosos escarceos amorosos de Circe a Odiseo en su aposento mineral. Por eso en toda aventura deberá siempre estar: la literatura de por medio
Y si la literatura es femenino (nunca diremos EL literatura), pues la lectura también. La lectura silenciosa, la lectura en voz alta, la lectura en el bus, la lectura en el metro, la lectura en la cama la lectura en la biblioteca, la lectura en la playa. La lectura en compañía: ¡qué placer!
Y desde luego, la lectura solitaria también: ¡qué placer!
Por supuesto que hay muchas formas de leer. Ya Daniel Pennac (con su fálico apellido, a propósito) nos regaló Los derechos imprescriptibles del lector. Tenemos desde entonces, el derecho a saltar páginas, el derecho a detenernos en ciertos capítulos, el derecho a releer, el derecho a picotear, el derecho a no terminar un libro y, desde luego,

a leer de adelante hacia atrás o de atrás hacia adelante
Hay lectores avezados, voraces, expertos, principiantes, comelibros, nerdos, lectores que fingen el placer o que no llegan nunca al final de una buena obra. No importa en donde me ubique, lo importante es que para mí, la lectura siempre me aproxima a un delicioso delirio
No hay duda, cuando ya tienes abierta la página, una buena lectura te atrapa, te devora, te hunde, te humedece, te despeina, te sumerge, te atrae hasta la fusión total entre tú y la obra, y entonces, te debates como náufrago, queriendo ser náufrago y sólo te salvas si no te quedas en la orilla
Claro que corres el riesgo de que una buena obra te domine
O te de bien duro
Por eso debes saborear cada página con plácida delectación, ¡Ah!, la lectura…
Y cabalgar en buena compañía por universos literarios inexplorados
Y ensayar la lectura al alimón, a dos voces, a dúo (a veces una tercera voz viene de perlas)
Y a veces también, sucede que los libros se pierden, se esfuman, cogen su propio camino, se van de los estantes, desaparecen,

Pero queda siempre la literatura.
Pensando en esta relación mía un poco demasiado apenas enormemente a ratos siempre confusa con la literatura, es que me he enterado de que la Universidad del Tolima realiza, después de diez años, una Feria del Libro en la primera semana de noviembre de 2008.

Y me han dado un poco de ganas de leer y de invitarlos a todos a la fiesta de la vida, al festín de la literatura. De invitarlos a que se dejen seducir y abran su cuerpo, su piel y su alma a un buen libro. Feliz lectura.

(Aclaración 1: las imágenes son de Pablo Gallo, los textos los he puesto yo, por lo cual asumo la responsabilidad ante cualquier mala lectura).

(Aclaración 2: La expresión ¿Te gustaría leer conmigo? es una invitación a la lectura)

10/25/2008

¿Quiénes son los terroristas?

El mazo se jaló una excelente entrada que remata con ésta canción:

10/13/2008

With or without you

¿Es pobre el Chocó?

Esta pregunta se la hice a una amiga que vive en el Chocó. La invité, además, a que abriera un blog sobre el tema. He aquí su respuesta.

Sobre el Atrato todo es alegría, de una forma asombrosa las lágrimas que caen en lloró se convierten en nubes de colores en el atardecer sobre el río.

Acabo de llegar de unas visitas a las escuelas de Condoto, Certegui, Itsmina, Lloró y Yuto. Luego voy con los talleres para los bellos niños negros, bellos, demasiado bellos, con sonrisas gigantes como si la felicidad pudiese existir, con mamás de hermoso pelo ensortijado que por culpa de la TV se hacen mil cosas para que sea liso como babas de blanco.

Estoy replanteando seriamente eso de la pobreza. Aquí en esta selva maravillosa todo está lleno, lleno de oro, de madera, de agua, de sonrisas, de niños felices jugando, de hombres que trabajan, de mujeres que aman y aman, de fertilidad, de sol y lluvia.

He buscado la miseria y la encuentro en el saqueo, en el saqueo diario de oro y madera que acaba el río y la selva, en la explotación a los cuerpos, fuertes y trabajados por la historia, de cada aserrador, de cada minero, que es minero desde niño. La miseria es el futuro que le espera a este lugar si el sistema sigue, la miseria será el día que esta selva ya no se recupere, que todo sea un desierto, que a esta gente hermosa la dobleguen, le quiten su natural alegría, su vida, vida que todo el tiempo ofrece, sigue dando a pesar del robo diario, del odio diario.

No creo que el Chocó sea pobre, es saqueado, explotado, odiado por un sistema que odia la vida, el amor, la belleza.

Hasta pronto, un abrazo.

(Soy muy tímida para aparecer en un blog, además escribo como etnógrafa y eso con mucho, muchísimo, trabajo. Mejor sigo espiándote virtualmente).

10/02/2008

Amargo

Almorzar, pedir el almuerzo del día, decir sí a la mesera, tomar la servilleta ponerla en las piernas, mirar por la ventana, retener el dolor, sentirlo, mirar por la ventana, mirar los cubiertos, retirar el vaso de cristal, no mirar a los comensales vecinos, no tirar los platos calientes a la mierda, ingerir cristianamente el alimento que dios y la mesera pusieron inescrupulosamente frente a tí, tragarse con el postre también el hastío, la oscuridad que ronda, masticar la rabia, pagar la cuenta, recibir una golosina miserable y atesorarla en el bolsillo hasta que se derrita. Es lo único dulce que te queda.

9/26/2008

Días de tormenta. I

El olor del café me anuncia la hora de subir el ánimo. Would you know my name if I saw you in heaven? Dirías mi nombre, si me ves en el cielo? Would you hold my hand if I saw you in heaven? Agarrarías mi mano, si me ves en el cielo?

Dos tazas de café van bien para empezar el día. No necesitamos vendavales atronadoras tormentas relámpagos amenazantes para saber que seguimos a la deriva. No hay que soltarse del mástil del naufragio, Horacio. Anuda bien tus tenis rojos y amarillos, muchacho, que vamos a andar por la morada al sur, por el país del viento.

Quisiera en este viaje tener la paz de los guaduales que se mecen en mi ventanal. Su impúdica indolencia de gigantes que bailan al viento. Como tus caderas. Impúdicas, indolentes, danzantes al viento. Ya está el café, Horacio, vamos.

Gracias Alfonso por el Lucafé gourmet tostado y molido. En mala hora has puesto un paréntesis, pero gracias por las antiguas complicidades. Es hora de echarse a andar solos, como Li Po en las montañas. Las montañas en que galopaba el ángel de la soledad. El río inmemorial de Borges que fluye en ti, la corriente que nos lleva de ida y vuelta al abismo. Tú sabes de eso Horacio. Abismos.

Pero del abismo nos salvó un domingo la corriente. ¿Te acuerdas? Jugábamos a fundirnos en el agua y nos dolían los pies del hielo que se derretía en el nacimiento de la quebrada, arriba, en el páramo. Agua helada, respiración agitada, la corriente seductora que se llevaba la ropa, tu cuerpo tenso, felino, que se sumergía en la espuma. Y luego el té de coca, el chocolate caliente, tu mirada al horizonte, Walt Whitman en el café de los artesanos (Yo me celebro y yo me canto /Y todo cuanto es mío también es tuyo / Porque no hay un átomo de mi cuerpo que no te pertenezca).

Y entonces la purificación te llevó a descubrir, que al borde del abismo está el amor. Y a mí, que apenas chapoteaba en tus aguas, me arrastró la corriente.



Tears in heaven
Eric Clapton


Dirías mi nombre, si me ves en el cielo?
Sería lo mismo, si te veo en el cielo?

Debo ser fuerte y continuar
porque se que no correspondo al cielo.

Agarrarías mi mano, si me ves en el cielo?
Me ayudarías a pararme, si me ves en el cielo?

Encontraré mi salida a través de la noche y del día,
porque sé que no puedo quedarme aquí en el cielo.

El tiempo puede hundirte,
El tiempo puede vencer tus rodillas,
El tiempo puede romper tu corazón,
Estuviste pidiendo por favor? Pidiendo por favor?

Detrás de la puerta,
Hay paz, estoy seguro,
soñé que no habrá mas lágrimas en el cielo.

Sabrías mi nombre, si te veo en el cielo?
Sería lo mismo, si te veo en el cielo?

Debo ser fuerte y continuar,
porque se que no pertenezco al cielo.

9/24/2008

Canción del este

(Posteo este poema de Mutis, pensando en la amistad de angelita):

CANCIÓN DEL ESTE

A la vuelta de la esquina
Un ángel invisible espera;
Una vaga niebla, un espectro desvaído
Te dirá algunas palabras del pasado.
Como agua de acequia, el tiempo
Cava en ti su manso trabajo
De días y semanas,
De años sin nombre ni recuerdo.
A la vuelta de la esquina
Te seguirá esperando vanamente
Ese que no fuiste, ese que murió
De ser tanto tú mismo lo que eres.
Ni la más leve sospecha,
Ni la más leve sombra te indica lo que pudiera haber sido
Ese encuentro. Y, sin embargo,
allí estaba la clave
de tu breve dicha sobre la tierra.

9/20/2008

a mis amigos de la maestria

feliz dia de amor y amistad

8/06/2008

NO!

El honorable senador Oscar Reyes, de Convergencia ciudadana, ha tenido una patriótica idea: impulsar un proyecto de Ley que busca que todos los colombianos se pongan firmes y con la mano en el pecho para entonar el Himno Nacional. Es importante uniformar a los colombianos, dijo, e imitar la postura erguida y mano en pecho del excelentísimo, ubérrimo, perínclito, pleclaro y Sumo señor presidente de la RReeepública.


La noticia, que mereció primera plana de la prensa, ha conmocionado a más de un colombiano, pues hacía muchos años no se dictaban las necesarias leyes para saber qué hacer con el cuerpo. Henchidos de fervor patriótico y embebidos del espíritu del magnánimo, y para demostrar que no somos unos chiflamicas, algunos honorables ciudadanos de bien, hemos querido aportarle a tan oportuna idea algunas ideitas adicionales que podían incluirse en el trámite de la Ley. Ya en el proceso normal, ya a la hora de introducirle micos, proponemos:

Que el dedo pulgar esté ligeramente inclinado hacia el cielo, en el momento en que las notas sublimes digan "del que murió en la cruz...". Luego de estas palabras, el dedo volverá a juntarse con las otras falanges y no volverá a señalar nada hasta terminada la posición de ¡Firmes!. Aclaración: cuando decimos falange nos referimos a un hueso, no al fascismo. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. 

Si el himno suena y El Honorable está en el ejercicio matutino de sus micciones patrióticas, la Ley autoriza para que el edecán más cercano contorsione con donosura y debidamente el patriótico órgano presidencial, hasta que éste haya derramado toda su gloria inmarcesible

La ley ordena no comparar a un terrorista árabe en átomos volando con Ricaurte en San Mateo en átomos volando. 

Cuando en el himno se diga que cesó la horrible noche, quiere decir que cesó la horrible noche. Eso es muy importante para mantener impoluta la debida inocencia patriótica. 

Los honorables caballeros deben llevarse la mano derecha al pecho. A las damas se les permitirá llevarse las dos manos in péctore, con encendido fervor patriótico. 


La ley deberá promocionarse en las instituciones educativas de toda La Patria. Para el efecto, deberán prohibirse imágenes y textos que la contradigan. Para el efecto, el Ministerio de Educación Del Cuerpo Y De Las Ideas De Los Ciudadanos, elaborará un listado de los documentos que le sean contrarios. Pink Floyd encabezará el listado.  

La Patria otorgará Medalla al Mérito y almuerzo con el Benemérito a quien proponga nuevas ideas que engrandezcan el áurea purpúrea de la Ley. Toda iniciativa ciudadana deberá remitirse a éste blog. 

Arrodíllese, persígnese y cúmplase. 

!Firmes!


7/29/2008

Cosas por hacer

  • Esperar. Aprender a esperar. Como todos los felinos. Todos
  • Olvidar. Que el pasado no sea coactivo. Saber olvidar sin perder la memoria.
  • Recordar. Que la fuerza del pasado me movilice. Que la rabia no me ciegue, no me impida actuar. Hacer memoria.
  • Aprender a escribir de nuevo a mano.
  • Moverme. Estar siempre en movimiento aún en la aparente quietud.
  • Quedarme quieto. Aún en medio del vértigo.
  • Aprender a estar solo. Soledad creadora.
  • Partir. Dar media vuelta. Aprender a partir. Mirar atrás y convertirme en estatua de sal.
  • Amar. Sin amor, sólo el vacío.
Manos a la obra.

7/23/2008

Cerré la puerta y apagué la luz

Y eso causó preguntas e inquietudes en algunos y algunas. Los extrañaré en Facebook seguramente, pero a veces es necesario cerrar las puertas y apagar la luz. 


Me siento mejor en Blogger, a pesar de las predicciones optimistas en el Campus Party sobre Wordpress, aún no me amaño por allá. No me gusta que cobre por ciertos servicios, como los cambios en los diseños del blog. Pero bueno, allá habrá otra ínsula para el archipiélago que seremos en este mar de escrituras digitales. 

Prefiero la duda, la crítica, la rabia, el temor, la incoherencia, la insolencia, la desfachatez, la dignidad y la rebelde ironía de la escritura de blogs que la pastosa mansedumbre de los egos de las llamadas redes sociales. 

Por eso cerré la puerta y apagué la luz. Algún día saldré del cuarto renovado. 

7/21/2008

Siete más

Acaban de asesinar siete campesinos más en el sur del Departamento de Córdoba, a pocas horas de las marchas del 20 de julio. Como lo dije en Ínsula antes de la marcha, la Patria es una máquina de cadáveres. 


La Patria.