6/06/2009

Escúchalos

ESCUCHALOS, ORAN Y LLORAN

Luis Alfonso Argüello Guzmán

In memorian Eddy

En las horas de sueño nocturno, tu recuerdo es presencia lacerante.

Es más fuerte la imagen al caer la noche, con la brisa

Se oye correr el agua de la acequia tranquila, con gatos en las tejas

Es poderoso en la conciencia el cortejo de recuerdos

Bajo las ramas del ceibo sobre el zinc, con la brisa

El silencio tembloroso ondula a la par del ceibo

Tu espíritu inició un viaje con la brisa entre los guaduales

Y aunque dolidos, nos consuela tu rumbo

¡Tan solo se queda un difunto!

Pero ¿Dónde?

¿En que tierra lejana se halla tu cuerpo?

¿Qué espíritu chocante desmoronó tu sonrisa iluminada?

¿Quién te dará de beber?

¿Quién te peinará?

Sí, ¿quién?

Penosa en la madrugada es la brisa en el zinc,

El llanto de papá y mamá, sin alboroto en la almohada

La respiración cortada con una hoz

La oración como mordida de la vigilia a las palabras

Escúchalos, oran y lloran.

Con la madrugada vuelve el cortejo de sollozos

En la habitación de al lado lágrimas encharcan la oscuridad,

Como testigo la almohada de los nervios en el alma

Llanto como ayuno para el dolor,

Llanto silencioso como prueba de fe

Llanto de padres dolidos.

Escúchalos, oran y lloran.

Con la madrugada vuelve el cortejo de sollozos

Lloran por una hija cariñosa que ha muerto

Oran por una madre impecable muerta un domingo de resurrección

Lloran por una señora inmaculada, manchada de muerte

Oran por una esposa muerta sin un adiós hablado…

Un domingo de abril bajaste de la cruz, el día que resucitó Cristo

Un domingo de resurrección duro para el alma de papá y mamá.

Un domingo de abril agrio para estrechar el cariño en familia.

Escúchalos, oran y lloran.

Oran y lloran por tu sonrisa iluminada

Oran y lloran por tus ojos de infinito verde azulado

Oran y lloran por el rostro de ángel derrotado en la enfermedad.

Escúchalos, oran y lloran.

Con la madrugada vuelve el cortejo de sollozos.

Con el amanecer de oraciones.


Neiva, 12 de Mayo de 2009

4 comentarios:

letalprimavera dijo...

estamos siempre de duelo, siempre. ya nuestras lágrimas forman un río silencioso, que se va llenando, que arrasará tanta mierda.
tengo tanta rabia, estoy tan triste

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

Sólo nos quedan las palabras y la audacia de hacerlas poesía...
Va mi mano acompañando esas letras del duelo

Anónimo dijo...

Profesor Arlovich
Reciba usted un cordial saludo y un fuerte abrazo desde este caluroso clima (Neiva).
Disculpe la informalidad pero me urge comunicarme con usted para efectos de trabajo de la maestria.
Proxima a graduarme me gustaria que usted fuera lector.
Si es posible profesor espero que me regale su correo enviandome su direccion al mio.
le agradezco por su valiosa colaboracion y espero poder comunicarme pronto con usted.
un abrazo Erika Sierra.
mi correo es: erikasierrag@hotmail.com

alexaforever dijo...

No es la perdida humana es la perdida de vivir la felicidad