7/29/2008

Cosas por hacer

  • Esperar. Aprender a esperar. Como todos los felinos. Todos
  • Olvidar. Que el pasado no sea coactivo. Saber olvidar sin perder la memoria.
  • Recordar. Que la fuerza del pasado me movilice. Que la rabia no me ciegue, no me impida actuar. Hacer memoria.
  • Aprender a escribir de nuevo a mano.
  • Moverme. Estar siempre en movimiento aún en la aparente quietud.
  • Quedarme quieto. Aún en medio del vértigo.
  • Aprender a estar solo. Soledad creadora.
  • Partir. Dar media vuelta. Aprender a partir. Mirar atrás y convertirme en estatua de sal.
  • Amar. Sin amor, sólo el vacío.
Manos a la obra.

7/23/2008

Cerré la puerta y apagué la luz

Y eso causó preguntas e inquietudes en algunos y algunas. Los extrañaré en Facebook seguramente, pero a veces es necesario cerrar las puertas y apagar la luz. 


Me siento mejor en Blogger, a pesar de las predicciones optimistas en el Campus Party sobre Wordpress, aún no me amaño por allá. No me gusta que cobre por ciertos servicios, como los cambios en los diseños del blog. Pero bueno, allá habrá otra ínsula para el archipiélago que seremos en este mar de escrituras digitales. 

Prefiero la duda, la crítica, la rabia, el temor, la incoherencia, la insolencia, la desfachatez, la dignidad y la rebelde ironía de la escritura de blogs que la pastosa mansedumbre de los egos de las llamadas redes sociales. 

Por eso cerré la puerta y apagué la luz. Algún día saldré del cuarto renovado. 

7/21/2008

Siete más

Acaban de asesinar siete campesinos más en el sur del Departamento de Córdoba, a pocas horas de las marchas del 20 de julio. Como lo dije en Ínsula antes de la marcha, la Patria es una máquina de cadáveres. 


La Patria. 

7/17/2008

La patria

Esa es la palabra del día, del mes, en Colombia. Se resuma patria por todos lados. En medio de la alegría por la liberación de algunos secuestrados por lafar (alegría a la que nos sumamos aquí), el espíritu de la patria parece englobarlo todo: el clima, la economía, la música, la cultura.

En medio de este ambiente, se prepara una nueva marcha para el próximo domingo. Shakira cantará con Vives, Juanes con Íngrid y Bosé, Cabas con no se quién. La marcha será otro hecho mediático (más que ciudadano), en el pulso por la favorabilidad en las encuestas. Y todo serán cifras astronómicas y favorables: que llegó más inversión extranjera (no se dice que mucha de ella tiene procedencia dudosa), que se vendieron más carros, que Torres hizo dos goles (super golazos nunca antes vistos), que la economía va mucho mejor (lo dijo hace unas horas Shakira en Caracol. Sí, Shakira, una de las mujeres más adineradas -y ricas- del mundo), que la popularidad de Uribe ya no hay cómo medirla y que Dios manda desde Roma bendiciones al ubérrimo.

La patria olvidará mañana al sindicalista del Polo que se entierra hoy, detenido y desaparecido por fuerzas oficiales, según éste comunicado. Guillermo Rivera llevó a su hija a la ruta del colegio y luego desapareció, después de ser abordado en plena vía pública de Bogotá, por sujetos que a la postre lo torturaron y asesinaron.

La patria ha asesinado a 29 sindicalistas como Rivera, en lo que va corrido del año.

La patria mata 5 sindicalistas al mes.

La patria mata un sindicalista a la semana.

La PATRIA está ensangrentada, tiene las manos y la boca y el alma sedienta de sangre.

Al final del día la patria reza el rosario. Y se lava las manos.

7/11/2008

Que se pierda otros siete años

Eso piensan muchos fanáticos uribistas de Ingrid Betancourt. Están muy molestos con ella, con su vehemencia, con su altivez, con su omnipresencia en los medios. Están molestos porque es presidenciable, porque figura en las encuestas, porque le quita puntos en las encuestas al perínclito, al ubérrimo al caudillo. 


Lo peor de todo es que lo mismo piensan muchos progresistas, humanistas, gentes de izquierda. Que ojalá estuviera por allá, pudriéndose en la selva. No pueden ser más mezquinos tanto los uribistas como los antiuribistas. Los extremos se tocan. Eso es lo que hace a Uribe y Chávez tan parecidos: ambos quieren perpetuarse en el poder en el nombre de la patria, ambos gobiernan en nombre de la virgen y de dios (y ellos son los mensajeros de dios), ambos hacen democracia directa y ambos arman a las milicias del pueblo, para defender la patria (o sea: las haciendas, la riqueza de amigos y parientes, las prebendas del poder). Los extremos se tocan. 

Y como algunos fieles lectores que me quedan fuera del país y en él, quieren saber lo que pienso del embrollo, les quiero decir lo que pienso. 

Pienso en el cadáver insepulto de un policía que muere en cautiverio: el capitán Guevara. Pienso en los cadáveres insepultos en Colombia, de los cuales reflexionara el Mazo en su blog. Pienso en el otro policía que lo cuida con amor rabioso hasta la noche de su muerte. Pienso en Guevara alzando sus ojos por última vez, intentando llamar a su amigo en la oscuridad de la selva y pienso en la voz que ya no sale de su boca muerta. Pienso en Durán que al otro día lava el cuerpo de su amigo (el cuerpo, nunca el cadáver), lo afeita, le hace bromas. Pienso en el guerrillero de lafar que trae el agua para bañarlo y que ayuda en silencio en la labor. Pienso en el cadáver que yace en cualquier lado. Pienso en diez mil cadáveres que en Colombia yacen en cualquier lado. Mutilados, silenciosos, míseros. Insepultos. 

Pienso en la necesidad de la verdad, de todas las verdades, no solo la del cautiverio, sino la del paramilitarismo que sigue vivo en Colombia, como lo atestigua el trabajo de investigación de la que antes fuera la pequeña padawan, ahora no tan pequeña. Pienso en la necesidad de contar que tienen los que ahora regresan a la libertad. Me recuerdan la necesidad de contar que tenía Primo Levi cuando salió de Auschwitz. ¿Es una coincidencia?. Los relatos del holocausto nadie los quería escuchar. Eran relatos molestos. 

Pienso en los guerrilleros guardianes de los secuestrados: qué oficio tan ominoso, qué inocencia pensar que ése era un acto heróico y revolucionario. Pienso en los dos comandantes detenidos, ahora traicionados por sus jefes. Como los jefes del secretariado son infalibles, ahora los dos carceleros son traidores. No faltaba más. 

Pienso en las palabras de Ingrid, quien pidió que no fueran fusilados los guerrilleros que fueron burlados en la operación jaque. 

Pienso en mis cinco sentidos. Puedo oler, sentir, palpar, acariciar (me), escuchar, saborear, mirar a mi alrededor. Nadie distinto a mi propia subjetividad constriñe mi libertad de elección (a no ser la subjetividad misma constreñida por el biopoder, pero eso es otra discusión, sin alambres de púas). 

Pienso, con el  corazón y  la razón, que es momento para la paz. Para buscar un nuevo lenguaje. No el de los fusiles. Ya no tenemos donde enterrar nuestros muertos. Es más, aún no hemos terminado de hacerles el duelo. 

Aunque sea por su memoria, construyamos el país por el que ellos murieron. 

Eso pienso.