11/15/2007

Tango para los mios (1)


Ya estando en el sur, y pensando en mi gente, pues aunque sea un tanguito les mando para que no me digan ingrato cuando llegue con la bolsa vacía.

Este va para Alfonso:

Seguí mi consejo

Tango

Rechiflate del laburo, no trabajes pa’ los ranas.

Tirate a muerto y vivila como la vive un bacán.

Cuidate del surmenage, dejate de hacer macanas.

Dormila en colchón de plumas y morfala con champán.

Atorrá las doce horas cuando el sol esté a la vista.

Vivila siempre de noche, porque eso es de “gente bien”.

Tirale el lente a las minas que ya estén comprometidas,

pa’ que te salgan de arriba y no cuesten tovén.


Si vas a los bailes, para en la puerta,

campaneá las minas que sepan bailar.

No saqués paquetes que dan pisotones,

¡que sufran y aprendan, a fuerza e’ planchar!

Aprendé de mí, que ya estoy jubilado.

No vayás al puerto, te podés tentar:

hay mucho laburo, te rompés el lomo

y no es de hombre pierna ir a trabajar.


No vayás a lecherías a piyar café con leche.

Morfate tus pucherotes en el viejo Tropezón,

y si andás sin medio encima, cantale “¡Fiao…!” a algún mozo

en una forma muy digna, pa’ evitarte un papelón.

Refrescos, limones, chufas: no los tomés ni aún en broma.

Piantale a la leche, hermano, que eso arruina el corazón.

Mandate tus buenas cañas, hacete amigo del wisky

y antes de morfar rociate con unos cuantos pernós.

(Letra de Eduardo Salvador Trongué

Música de Salvador Merico)

La imagen se tomó de: laplazahumana.com


11/05/2007

Tomando café cerca a San Martín Leandro me cuenta...

Que La Plata es la ciudad de la noche de los lápices y también la ciudad de Rodolfo Walsh, de quien incluyo este fragmento:

Querida Vicki.

La noticia de tu muerte me llegó hoy a las tres de la tarde. Estábamos en reunión... cuando empezaron a transmitir el comunicado. Escuché tu nombre, mal pronunciado, y tardé un segundo en asimilarlo. Maquinalmente empecé a santiguarme como cuando era chico. No terminé ese gesto. El mundo estuvo parado ese segundo. Después les dije a Mariana y a Pablo: -Era mi hija. Suspendí la reunión. Estoy aturdido. Muchas veces lo temía. Pensaba que era excesiva suerte, no ser golpeado, cuando tantos otros son golpeados.

Si, tuve miedo por vos, como vos tuviste miedo por mí, aunque no lo decíamos. Ahora el miedo es aflicción. Se muy bien por qué cosas has vivido, combatido. Estoy orgulloso de esas cosas.
Me quisiste, te quise. El día que te mataron cumpliste 26 años. Los últimos fueron muy duros para vos. Me gustaría verte sonreír una vez más. No podré despedirme, vos sabés por qué.
Nosotros morimos perseguidos, en la oscuridad. El verdadero cementerio es la memoria. Ahí te guardo, te acuno, te celebro y quizá te envidio, querida mía.

5/10. Hablé con tu mamá. Está orgullosa en su dolor, segura de haber entendido tu corta, dura, maravillosa vida. Anoche tuve una pesadilla torrencial, en la que había una columna de fuego, poderosa pero contenida en sus límites, que brotaba de alguna profundidad.

Hoy en el tren un hombre decía: -Sufro mucho. Quisiera acostarme a dormir y despertarme dentro de un año. Hablaba por él, pero también por mí.

1° de octubre de 1976 Carta a Vicki Por Rodolfo Walsh Publicado digitalmente: 12 de julio de 2004. Tomado de Aquí.

11/02/2007

Descuentos en el acto

Estoy en la ciudad argentina de La Plata. Y a pesar de que en el mundoblog algunos creen que esto es una provincia, les voy a hablar de la ciudad de La Plata. Como la estoy viendo desde hace dos días.

Es una putería de ciudad. No hay trancones. No hay guerra de pitos ni chimeneas negras saliendo de los buses. Me siento rarísimo! Será que aquí los carros los venden sin pito? Y no he visto el primer policía de tránsito sacando multas! (Y he caminado horas enteras la ciudad, pobres tenis). Y no he visto letreros de límites de velocidad. Es más, a la velocidad a la que andan los vehículos aquí, un policía colombiano se conseguiría en multas lo de su casita frente al mar.

Y tampoco hay guerra de motos y las muchachas y muchachos van por ahí ¡en bicicleta!, con su bolsa de libros y mate en la canasta y enchufados a la música digital. Y como ya se está acabando el viento frío de la primavera y empieza a llegar el sol del verano, pues los parques y plazas empiezan a irradiar vida.

¡Ah!, los parque, plazoletas y plazas. ¡Hay una plaza cada seis cuadras! Y cada uno es del tamaño ¡de una manzana completa! (nunca había usado tanto el signo de admiración).

La Facultad de Periodismo, por ejemplo, queda a una cuadra de la Plaza Italia. Y allí uno ve a cualquier hora estudiantes cebando mate. Y también a tranquilos transeúntes que se gozan la plaza de distintas maneras. Y alrededor de la plaza, pues la librería Rayuela y la librería El Aleph, entre las muchas de la ciudad.

A seis cuadras, está la Plaza Moreno. Espectacular, en serio. Al final de la tarde la plaza sirve para que sobre su perímetro se hagan caminatas para cuidar la salud.

Porqué no vienen por aquí los especialistas en espacio urbano que dirigen nuestras pinches ciudades y se dan un paseo? Porque les quedaría grande hacer una ciudad como ésta.

Además, en La Plata le hacen a uno descuentos ¡en el acto!. O mejor dicho, al instante.

Y en una plaza de estas con el viento primaveral abrazándote y con el solecito que llega, uno puede leer que el orgulloso piloto que lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima, ha muerto.