3/25/2006

Pretensión y deseo

He vuelto a mi criatura muchas veces. He tenido el deseo oculto de que se reproduzca por sí misma, que sea mutante o al menos que crezca como las matas: sin que haya que pagar por el agua que las moja. Sin sudar una gota.

Pero resulta que todo proceso de creación requiere tanto esfuerzo como el de elevar pacientes las ramas al sol para que la sombra no opaque el brillo. Bueno, ya lo saben: un blog no es una matica silvestre que echa raices por el azar de los vientos...

Un blog es un deseo latente convertido en esfuerzo, en paciencia, en rabia, en ganas, en desganas, en golpes contra el muro. Por eso no hay que excederse en pretensión y grandilocuencia. La sencillez y la transparencia son las fuerzas invencibles que convierten el deseo del mejor blog en la manifestación de la humilde y posible bitácora de autor. Gracias a los hermosos y transparentes blogs que se han desplegado en mi pantalla por esta lección de sencillez: un blog es un pedazo de uno mismo. (En todo lo que hagas siempre dejas un pedazo de pellejo. Así tan solo sea patear piedras...)

Eso lo vengo sabiendo desde que me encontré con recuerdosinventados, fragmentaciones, drayru, nimiedad (qué palabra!), gritossusurros, real-visceralista, entre otros.

Todos ellos y muchos otros me han hecho prometerle al diego que pronto iré contando aquí mi "historia de viaje" por la geografía de los bloggers.

O sino cómo entender la cultura digital?